Antes
de entrar en materia sobre el tema que nos concierne, cabe apuntar que debemos
llamar las cosas por su nombre para no
confundir a nadie y aún menos a los que desconocen nuestras tradiciones, ya no
solo a los turistas, sino a los propios Canarios que cada vez les cuesta mas
entender y saber diferenciar entre folklore Canario, música popular Canaria o
la música del mundo hecha en Canarias que interpretan y graban los grupos de nuestro archipiélago con grandes
dotes musicales y arreglos exquisitos, para espectáculos musicales y que, bajo la
opinión de los entendidos en la materia, tienen un sobresaliente. Poco tienen que ver estas grabaciones o
interpretaciones con nuestro folklore
mas ancestral y tradicional, pero que sin embargo se valen para denominar sus actuaciones y grabaciones, de esas dos palabras tan familiares, oídas por todos, pero desconocida, por la inmensa mayoría, en su significado técnico e histórico, esas palabras son “Folklore
Canario” .
Nuestro folklore que ha venido pasando de generación
en generación, que no pertenece a nadie en particular y que todos usamos de él, ha evolucionado como la vida misma, a él se han introducido elementos tan extraños en las últimas décadas pero usuales en cualquier escenario, en las interpretaciones de los grupos de
nuestro archipiélago, sería de ilusos pensar que subir al escenario no
lleva consigo tener ciertos requisitos de idoneidad , buena puesta en
escena y respeto al publico que va a
disfrutar del espectáculo, pero no es menos cierto, que bajo esos criterios se
puede respetar la esencia más tradicional de nuestro folklore, ya no sólo en el
canto y en el toque, sino que hasta en el baile se puede mantener esa forma
espontánea de bailar, donde cada bailador pueda imprimir su propio sello.
Hoy día dentro de las formaciones de colectivos que se mueven en los escenarios
de nuestro archipiélago podemos encontrar
muchas denominaciones bajo esas abreviaturas que muchos desconocemos.
Bajo las siglas de A.F. se encuadran quizás los
colectivos más completos y tradicionales
de nuestro archipiélago ya que recogen en sus representaciones el
canto, el toque y el baile y, generalmente, suelen ofrecer un repertorio
íntegramente de folklore tradicional, para que se hagan alguna idea vamos a citar algunas de ellas A.F Oroval, A.F.
Sabinosa, Coros y Danzas Valle Gran Rey, etc..
Con las siglas G.F. están los grupos folkloricos, pocos son los que todavía siguen bajo estas siglas en nuestro archipiélago,
esta denominación surge a fínales de la
década de los sesenta, principio de los
setenta con el redescubrimiento del folklore, que rompe con la línea que
llevaba el folklore hasta aquel momento tomando la música popular Canaria un
papel fundamental. Dentro de este apartado, aunque su nombre no portaron las
siglas en aquel entonces, podemos encuadrar a Los Sabandeños, Los Gofiones,
Los Faycanes etc... a pesar de que hoy ya
no lo son. Un caso de los pocos que se conocen en el archipiélago bajo esta
denominación puede ser la de Los Cebolleros de Gáldar que se mantienen con firmeza y
orgullo como Grupo Folklórico.
Como cosa curiosa, en los años noventa en Gáldar surge una
nueva denominación A.F.B estas siglas
recogen a las agrupaciones folklóricas de bailes tradicionales que de manera
autónoma bailan con varios grupos que no poseen bailes en sus filas. El caso de
Abaicán, en Gáldar, es el primero de este tipo
de colectivos desde la desaparición de Los Viejos de Gáldar, y años mas tardes nacen otros, como Los
Cabuqueros, El Zumacal Los Amigos o uno de los casos mas recientes, en Tenerife
el grupo El Miradero de Icod de Los Vinos.
A fínales de los noventa
y a principio del nuevo siglo
surgen diversos colectivos y
muchos grupos que veníamos viéndolo bajo las siglas de G.F. pasan a denominarse
A.M., Agrupación Musical, aunque la mayoría se visten con
ropa tradicional o típica Canaria, sus repertorios y grabaciones, poco tienen
que ver con el folklore Canario, interpretan canciones del mundo, donde cualquier tema de diversos géneros es
valido para los excelentes espectáculos musicales que montan y que tanto apoyo
reciben del publico asistente, de las entidades publicas y privadas, y como nó de los medios de comunicación que
hacen una bombardeo publicitario en medios como TV, radio, prensa escrita,
prensa digital, etc.. para la promoción
de estos macro conciertos, que me
atrevería a decir se pueden equiparar a los musicales más prestigiosos a
nivel nacional. Los Sabandeños, Los Gofiones son un ejemplo en cuanto al cambio
de denominación, como cosa curiosa si miramos las extensas biografias de estos históricos grupos, no encontramos como se denominan ellos mismos en niguna época de la historia. En los nuevos
colectivos, encuadramos a la A.M. Facaracas que con grandes armonizaciones y
notables arreglos musicales es una de sus diversas peculiaridades que podemos apreciar
en sus actuaciones, en ellas aglutinan un repertorio disperso de músicas del mundo
con temas tan peculiares como: La Pelota, Marina, La guitarra del joven soldado,
o las fusiones de géneros del folklore de Lanzarote como hiciese la Sección Femenina de La Orotava para ir a los
concursos de mitad del pasado siglo. La inserción de las mujeres a este género ha sido notable y con muy buena acogida en la sociedad Canaria como son los casos de En- Cantadoras o Calicanto, hecho éste en el que no se interpreta nada de música folklórica Canaria y
curiosamente no se visten con la vestimenta típica y tradicional de nuestro
archipiélago, cosa ésta bastante acertada, ya que eso significa que tienen claro
cual es su papel en los escenarios de nuestras islas.
Las Parrandas que en los inicios del pasado siglo
tuvieron mucha actividad ya que si nos ajustamos a la correcta definición de
Parranda es un grupo de músicos o aficionados que se reúnen para tocar y cantar de forma esporádica. Por tanto, si nos ceñimos a
esta definición podemos deducir que era una forma de vida de aquel momento.
En estos últimos años, hemos visto como este tipo de colectivos tienen un auge impresionante a lo largo y ancho del archipiélago podemos encontrar ciento de ellas. En muchas su número reducido de componentes y su variado repertorio donde aglutinan varios géneros, sobre todo, animados y parranderos, hacen que sean requeridos para todo tipo de celebraciones e incluso para representar a islas en Festivales Folklórico 7 Islas, como pudo ser el caso de La Parranda de Gáldar “Lo Nuestro” que participo en el 7 Islas de San Benito en La Laguna en el año 2008, hecho éste un tanto inusual ya que si nos detenemos a mirar las características de los colectivos anteriormente mencionados deduciríamos por antonomasia, que las Agrupaciones Folklóricas serian los colectivos que más se ajustan a este tipo de acontecimientos.
En estos últimos años, hemos visto como este tipo de colectivos tienen un auge impresionante a lo largo y ancho del archipiélago podemos encontrar ciento de ellas. En muchas su número reducido de componentes y su variado repertorio donde aglutinan varios géneros, sobre todo, animados y parranderos, hacen que sean requeridos para todo tipo de celebraciones e incluso para representar a islas en Festivales Folklórico 7 Islas, como pudo ser el caso de La Parranda de Gáldar “Lo Nuestro” que participo en el 7 Islas de San Benito en La Laguna en el año 2008, hecho éste un tanto inusual ya que si nos detenemos a mirar las características de los colectivos anteriormente mencionados deduciríamos por antonomasia, que las Agrupaciones Folklóricas serian los colectivos que más se ajustan a este tipo de acontecimientos.
Por último, abrimos el apartado de grupos reducidos donde
aquí no podíamos dejar de nombrar a esas grandes voces femeninas que tenemos en
nuestras islas como Mari Sánchez y Los
Bandamas, Quecha y la familia Gonzalez, etc... donde ellas jugaron también un
papel fundamental en la inserción de las mujeres a nuestras tradiciones y a los escenarios.
Los tríos y cuartetos son muy usuales en la zonas
turísticas, que por su reducido número de miembros son de fácil colocación en locales donde se dan cita numeroso número de viajeros, con la ropa típica o tradicional canaria hacen interpretaciones
de muchos géneros musicales, la venta ambulante de trabajos discográficos son
usuales, podemos ver en las carátulas de sus disco el lema Folklore Canario y
cuando miramos lo que tienen grabado poco tienen que ver con nuestro ancestral
folklore.
Algunas de las casas discográficas de nuestro
archipiélago graban a estos colectivos y distribuyen masivamente este tipo de trabajos discográficos a mercadillos y
rastros donde logran vender un buen número de discos ya que la música
pachanguera que se encuentra incrustada en ellos logra captar la atención de los numerosos visitantes que acuden a estos puntos de
ventas.
Cada uno es libre de hacer lo que quiera, pero deberían
tratar de convivir todos, representando y actuando como lo que son y no queriendo absorber todo para sí mismo. Hay sitio para cada uno de los colectivos aún bajo las diferentes siglas que anteceden a su nombre de pila. Son muchos los actos de diferente indole donde pueden exponer sus elaborados y
acertados trabajos pero llamándolos por su nombre y no confundiendo a esos que
desconocen el origen de los temas musicales, que es folklore Canario, múisca popular Canaria, etc....
Debemos llamar las cosas por su nombre para que nadie se
confunda, y mucho menos, vender gato por liebre ya que últimamente es muy usual, estamos inmersos en un punto donde muchos creen tener la verdad absoluta sobre todo lo relacionado
con nuestras tradiciones y que todo
vale con tal de sacar partido. Si los que participamos cada día
de nuestro acervo cultural no luchamos por llamar las cosas por su
nombre, en veinte años oiremos decir que Mariposa Traicionera de Maná es
originario del municipio de Garafia en La Palma o que El Caimán lo cantaba
Valentina la de Sabinosa con su tambor
a las puertas del Casino de su pueblo natal.
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