Hoy se cumplen 50 años del nacimiento de nuestro grupo, “Los Cebolleros”, un grupo que nació con el claro sentir de representar el folclore como la expresión espontánea del pueblo. Cinco décadas después estamos “con el mismo sentir”.
Medio siglo de vida artística da para mucho, para disfrutar de la satisfacción del reconocimiento del respetable, para convivir con muchas personas dentro del seno de nuestra familia, para coger alguna rabieta, para hacer un alto en el camino reflexionar y volver con más fuerza, para caer, para levantarse, para reír, para llorar, para soñar, para compartir, para viajar …, pero ante todo esto lo más importante ha sido el mantener vivo el espíritu del G.F. Los Cebolleros de Gáldar, esto no hubiese sido posible sin la implicación y dedicación de cada uno de los miembros que han pasado por nuestro grupo.
Cuando el 30 de octubre de 2018 recogí el testigo cedido por Colacho Rodríguez, en un impulso de sinceridad y responsabilidad dije: “hay que devolver al grupo a donde no debió salir nunca, y lograr que vuelva a ser puntero del folclore de Gran Canaria y de toda Canarias, pero para ello queda mucho ensayo. Hoy recogemos el testigo y nos enfrentamos a un proyecto ambicioso, y todo ello con el peso de la responsabilidad. La formación no ha estado a la altura en su última etapa. De ahí que en la nueva andadura Los Cebolleros emprenda un proyecto que empieza de cero”.
Hoy con orgullo y con más responsabilidad si cabe, aquel impulso de sinceridad no cayó en saco roto, ya que en la actualidad gozamos de buena salud musical y social donde el trabajo constante ha estado presente en estos casi dos años.
Aquel día teníamos unos proyectos en mente, sin embargo hoy podemos decir que lo preparado para celebrar esta efemérides estuvo muy por encima de lo previsto en 2018, aunque la magua está latente, ya que por el COVID-19 no hemos podido hacer realidad ninguno de nuestros proyectos.
Hoy podemos estar felices y contentos por el trabajo realizado, no vamos a echar las campanas al vuelo; la tranquilidad, la humildad y el trabajo constante deben seguir siendo valores fundamentales, sobre todo porque lo importante no es llegar sino mantenerse.
Este 1 de septiembre es un día para celebrar, para estar felices, y así es, pero no podemos olvidar los errores cometidos porque son parte imborrable de nuestra historia, no lo que más pesa pero sí dónde mirar cuando nos podamos desviar del camino correcto.
Estar 50 años en activo no es nada fácil, todas las personas que están en grupos saben lo complejo que es poder mantener la formación. El mantenimiento de un grupo pasa por muchas acciones pero sobre todo por la implicación de los componentes, por ello hoy quiero agradecer y reconocer la labor e implicación de cada uno de los componentes que han pasado por nuestro grupo dejando lo mejor de sí y de sus vidas, sin lugar a discusión, sin cada uno de ellos este proyecto no hubiese sido una realidad.
No sería un buen gesto por nuestra parte si en esta celebración no agradeciéramos de forma personal, especial y con mayúsculas a Colacho Rodríguez, él es el verdadero artífice de que nuestro grupo haya llegado hasta aquí con sus aciertos y sus errores, pero lo que está más que claro es su amor incondicional por Los Cebolleros.
Un recuerdo especial para todos Los Cebolleros que han partido y que ya no están entre nosotros, la verdad es que tenemos que agradecerles toda la sabiduría que nos han dejado.
Echar la vista atrás supone recorrer en el tiempo la senda caminada por nuestra familia, un camino que nos enorgullece por todo lo que nos ha regalado el folclore en este tiempo, un regalo inmaterial que llevamos grabado a fuego en nuestra historia y corazones, enorgullecidos por lo realizado e ilusionados por lo que está por llegar, que seguro que será igual o mejor que lo vivido.
Nuestro nacimiento supuso la inclusión de un nuevo heredero de las tradiciones de nuestro pueblo, hemos tenido la suerte de ser los herederos directos de todo el legado dejado por grupos tan importantes como Princesa Tenesoya, Los Viejos de Gáldar, Los Hijos de La Noche, La Parranda de Rojas, etc…, el poder “mamar” en primera persona de tan importante vergel musical y tradicional nos ha hecho tener una personalidad propia y poseer 50 años después el mismo espíritu que originó nuestro nacimiento, y que estemos todos “con el mismo sentir”.
Quiero expresar en nombre de Los Cebolleros nuestro agradecimiento al Ayto. de Gáldar, ya que ha sido nuestro especial punto de apoyo; a las entidades públicas y privadas, grupos amigos, personas que han colaborado con nosotros, a los grupos que consideran que nuestro trabajo es adecuado y nos cogen como referencia, a nuestros seguidores por el apoyo incondicional mostrado.
No me puedo olvidar de los actuales componentes de nuestra familia, un grupo de mujeres y hombres con un claro sentir, “el folclore como la expresión espontánea del pueblo”, a todos ellos gracias por su implicación y por pertenecer a Los Cebolleros, sin ellos esto no sería una realidad.
Los Cebolleros, como los vinos, sabemos añejo volviendo a nuestras raíces, a una isla tosca de Gran Canaria, a una malagueña de los Hijos de la Noche, a unas antiguas Folías de Gáldar, a unas seguidillas saltarinas del norte de Gran Canaria. No ocultamos la felicidad por esta celebración, pero ante todo está ese sentir que se apodera del grupo cuando se entonan los cantos y se tañen las cuerdas y la percusión, no sólo en el escenario sino en esa parranda de amigos que somos LOS CEBOLLEROS
¡Feliz 50 años Cebolleros!, y como diría el querido y recordado Pacuco Molinos !ay cebollero!..
Presidente: Moisés Aday Rodríguez Gutiérrez
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