La primera intervención de Gilberto Candelaria será para hablarnos de Pinona Hernández.
Conocida cariñosamente como “Pinona”, nació en La Goleta el 18 de noviembre de 1953, su padre era de La Goleta y trabajaba en la fábrica del ron Arehucas y su madre, ama de casa (si bien también cosía), es de Arucas. Sólo tuvo una hermana, que es más joven que ella.
Toda su niñez transcurrió en este barrio de La Goleta, donde estudió la educación primaria. Luego estuvo en la “academia Miralva”, que era de Rafael Álvarez y Saturnino, preparándose el ingreso y el primer año de bachiller. Posteriormente empezó a aprender costura, lo primero que hizo fue coser calcetines, se compró una máquina que sólo servía para coser medias. La señora que le vendió la máquina, Esperancita (en El Cerrillo), fue la primera que le enseñó (a coser medias). Luego su madre también le enseñó algo.
Con el dinero que obtenía cosiendo medias, fue ahorrando y se pudo comprar, con trece años, una máquina de coser (marca Alfa), que todavía conserva y usa (“no quiero otra”, nos decía). En la casa Alfa de Arucas hizo un cursillo para aprender a manejar la citada máquina. Luego aprendió a bordar y hacía trabajos de bordado por encargo para la calle. Con 18 años se apuntó en Arucas en una academia (de Juanita) para aprender corte y confección. A la vez que aprendía corte y confección, su madre también le enseñaba a coser.
La segunda entrevista de esta semana nos llegará desde la ciudad grancanaria de Arucas, con la aventurera Iris Carvallo, que nos viene hablar de un documental que mucho tiene que ver con la forma de vida de los canarios.
Durante un viaje a Cuba, Iris, una joven canaria, se encuentra por azar con el nieto de un emigrante que había descubierto, tras la muerte de su abuelo, que éste había dejado otra familia en Gran Canaria de la que nunca había oído hablar.
Iris comienza así una investigación en Canarias sobre las mujeres que se quedaron en las islas esperando por el emigrante que nunca regresó y sufriendo las consecuencias emocionales, sociales, económicas y políticas de la emigración masculina a cuba.
Escudriñando esas memorias, Iris se propone dar a las mujeres su propia voz en la historia, una voz que hasta ahora había permanecido en el silencio o encerradas en la intimidad familiar.
Seguidamente, vuelve a Cuba para indagar sobre las causas del no retorno del emigrante a las islas, buscando respuestas a la pregunta más frecuente en la otra orilla: ¿Por qué no volvió?
Toda una cadena de hechos que parecían no tener conexión, hace que Iris descubra que su propia historia encaja junto a las otras como una pieza más.
Tras la recuperación de la memoria de oral en ambas orillas del Atlántico de las descendientes de emigrantes canarios a Cuba, surge la necesidad de realizar el largometraje documental Mujeres de Sal – Hombres de Humo, como herramienta de difusión y concienciación, ya que existe una gran cantidad de historias que se han rescatado con esta iniciativa de investigación y no podemos permitir que algo tan rico y delicado como las vivencias y emociones que aún no han cruzado el Atlántico, tanto de quienes se quedaron como de quienes no volvieron queden en el olvido o guardadas en un cajón.
Sentimos que el tener tanto material entre las manos, nos compromete de corazón a darle voz a “la otra cara de la emigración” y mostrar a la sociedad el camino al empoderamiento de las protagonistas, reforzando el valor de Mujeres de Sal - Hombres de Humo sus experiencias para que aparezcan relatos de las consecuencias de la emigración que de otra manera no hubieran aparecido, vivencias y conocimientos que peligran perderse en la tradición oral debido a la avanzada edad de las protagonistas.
La realización de este largometraje nos permite ser el puente de comunicación entre una realidad y otra, entre quienes esperaron y entre quienes no volvieron, en definitiva, ponerle voz a la emigración, desde una perspectiva de género y tejer un lazo emocional de posibles respuestas a las causas del no retorno. Mujeres de Sal – Hombres de Humo, pretende ser un instrumento de sensibilización para entender los fenómenos migratorios actuales de una manera amena y entretenida, con el objetivo de llegar así a la mayor variedad de público posible.
Un documental acerca de la esperanza, las causas y azares de la vida, que conduzca a todas las personas que se sientan identificadas con la historia, a cerrar los ciclos que nuestros antepasados abrieron, para así poder sanar y contribuir a una cura emocional que solo concluye cuando una puerta se abre y un círculo se cierra.
Durante los procesos de investigación previos a este documental, se ha reavivado el interés de muchas familias en comenzar a retomar la búsqueda de sus ascendientes. Esperamos con este largometraje, poder invitar al público a reflexionar sobre la unión de los lazos familiares que se perdieron en un pasado y que se pueden volver a cruzar en un presente Cien años después de la última oleada migratoria canaria a Cuba, las cartas que no llegaron, las voces que no se escucharon y las emociones que no se expresaron, recobran vida para ser un punto de luz a tantas preguntas que quedaron navegando en el Atlántico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario