lunes, 29 de junio de 2020

Premio quesería "Naroy", Los Viejos de Gáldar, cinco místicos arboles, nombres indígenas, quesos desde la época indígena, para la entrega 333.

El queso de mezcla de cabra y oveja de la Ganadería Naroy de Tejeda se alzó ayer noche con el Premio al Mejor Queso Curado en el marco del Concurso Oficial de Quesos de Gran Canaria del Cabildo, cita sin público, sin bullicio y sin ponencias por la Covid-19. La ganadería es propiedad de las gemelas Beatriz y Natalia Mayor Monzón, quienes tomaron el relevo generacional tras una larga tradición quesera y de pastoreo en su familia. La quesería se localiza en Cortijo Casala Data, en la Presa de las Niñas. La sociedad dispone de ganado propio, unas doscientas cabras majoreras, así como unas doscientas ovejas canarias, que pastorean a diario por la zona del Cortijo Casa la Data, la Degollada de Becerra, así como por la Presa de las Niñas.
El premio lo recibieron en un encuentro excepcional en el Palacio de Congresos de Infecar, debido a la crisis del coronavirus. Pese a ello, el consejero del Sector Primario del Cabildo, Miguel Hidalgo, subrayó el esfuerzo realizado "para poner en valor las riquezas de la quesería insular" por los 38 productoras que concurrieron al concurso con 91 quesos que aspiraban a los 18.900 euros en premios en las distintas categorías.
Más allá de los reconocimientos individuales, el propio sector convino en que el éxito de la convocatoria ha supuesto un espaldarazo para el mundo del queso. "Ha sido un sector superviviente y este acto es un reconocimiento", señaló la presidenta de Asoquegran, María del Carmen Pérez, secundada por el presidente de Proquenor, José de la Cruz Mendoza, quien destacó que la cata es a la vez un escaparate y un altavoz "para que se hable de los quesos de la Isla".


Recurrimos a un archivo de Televisión Española en Canarias, sobre un documental a Los Viejos de Gáldar. Agradecemos a Javier Díaz que nos haya facilitado el documento.
Destaca, por la belleza de sus bailes, la agrupación "Los Viejos de Gáldar", que eran un grupo de ancianos que se reunían por los años sesenta para mostrar las danzas antiguas. En la actualidad hay muchas isas de figuras, de hecho, cada grupo tiene la suya con coreografía propia en un sinfín de pasos, pero muy lejos del estilo de Gran Canaria ya que como apuntó Bolaños la de Tenerife es la que predomina.
Los Viejos se solían colocar en parejas para valsear, y se desplazaban cogidos de las manos hasta acercarse y formar un coro en el que el hombre quedaba siempre a la izquierda de su pareja; todos avanzaban hacia la derecha pudiendo hacer uno o tres cambios de sentido en el desplazamiento. Como cosa curiosa, más aún si cabe, mientras las parejas están enfrentadas se ha observado como los bailadores giran sobre sí mismos, poniendo de manifiesto que el folklore es tan espontáneo que antaño sólo se tenía en cuenta la hora del cambio de pareja.
A mediados del pasado siglo el baile era más que una detallada coreografía o un espectáculo, era una forma de vida y un lenguaje corporal, ya que cada bailador impregnaba su sello en cada baile.

La primera intervención de Gilberto Candelaria es para traernos un artículo de José Gregorio Gonzalez sobre unos místicos arboles de Canarias.
Algunos de los abundantes misterios que atesora nuestro Archipiélago tienen a los árboles como protagonistas. En muchas culturas han sido tratados como iguales, como entes pensantes y dotados de alma con los que llega a ser posible comunicarse y relacionarse de una manera inteligente y mutuamente beneficiosa, mientras que tampoco resulta extraño que en el pasado algunas especies arbóreas fuesen consideradas morada de dioses o deidades en sí mismas, y como consecuencia, objeto de culto y rituales diversos que los expertos reúnen bajo el nombre genérico de Dendrolatría.
Aunque el Cristianismo se empeñó en erradicar estas prácticas, algunas sobrevivieron gracias a su plasticidad, sincretizándose o adoptando nuevas formas como “los mayos” o ”arboles de mayo” en sus diversas versiones, festividad pagana que no por casualidad se encuentra solapada en el calendario por la Fiesta de la Cruz. Aunque para solapamientos entre árboles y cruces no se nos ocurre un ejemplo mejor que el acontecido en Breña Alta en 1622, cuando prodigiosamente dos cruces negras fueron encontradas en el interior de un laurel dando origen al potente culto a la cruz en este municipio palmero.


De Pablo Vilas será el artículo de la segunda intervención de Gilberto Candelaria, donde los nombres indígenas serán los protagonistas.
Quería el filólogo valenciano Rafael Lapesa que el estudio de los nombres «no se nos presente como un depósito de fósiles, ni como un archivo de datos para el historiador o el lingüista, sino como un tesoro de recuerdos vivos y operantes, llenos de problemas que incitan a la investigación». Justo en el caso de Canarias, los nombres propios o antropónimos nos dan un acceso muy privilegiado a la maltratada historia de nuestros antepasados. Se han descubierto aspectos importantes de la cultura indígena gracias a los nombres de persona, que fueron salvados del olvido por medio de la transmisión oral, las crónicas escritas por los europeos en épocas de conquista, las actas de bautizos de la Iglesia Católica, y el registro de las ventas de esclavos canarios en la península.
En la cultura amazigh, la asignación de nombres pasaba por varias fases. Como sucede en nuestros días, a los recién nacidos se les nombraba de igual forma que a ascendientes respetados por la familia. Después, se les agregaba un sobrenombre con el que fueran más fácilmente reconocibles. Según el carácter de la persona, sus rasgos físicos o los hechos más destacados de su trayectoria vital, se les nombraba con alguna palabra que tuviese relación. Y además de todo esto tenían otro nombre: uno privado y espiritual, oculto para la sociedad en general, que sólo conocían las personas más allegadas.


Gilberto Candelaria con el buen hacer de Gabriel Betancor Quintana nos llevara hasta la época de los antiguos canarios para hablarnos de queso.
La ganadería menor fue uno de los pilares fundamentales de las economías y las sociedades aborígenes en Canarias. Cabras, ovejas y cochinos eran las especies que componían su cabaña ganadera cuando los conquistadores europeos ocuparon el archipiélago. La importancia socioeconómica de la actividad ganadera en las distintas islas era desigual. Fluctuaba desde la preponderancia ganadera de la economía aborigen de Fuerteventura, hasta la mayor complejidad socioeconómica de la Gran Canaria prehispánica, donde el desarrollo incipiente de una agricultura de regadío supuso diversas cortapisas al desarrollo de las actividades ganaderas.

La conquista y dominación española sobre Canarias alteró drásticamente el panorama ganadero en las islas. En primer lugar, con el cambio en las relaciones de producción que enmarcaban esta actividad económica. Una vez concluida la conquista los numerosos ganados de las islas, junto con sus pastores, pasaron a formar parte del botín de guerra que es repartido. En segundo lugar, los repartimientos de tierras y la puesta en cultivo de las mismas por los colonos europeos, pusieron límites al tránsito de los ganados por diversas partes de la isla: un hecho que forzó la organización de la actividad ganadera desde los propios Cabildos de las islas de Gran Canaria y Tenerife. La defensa de las tierras de cultivo implicó, en realidad, la lucha de la sociedad colonial por erradicar los hábitos ganaderos de las sociedades prehispánicas, particularmente en Tenerife; hábitos que lógicamente continuaron siendo practicados por los pastores de Canarias.

La segunda entrevista de este día será con dos jóvenes mujeres ganaderas.
En el año 2019 nos fuimos hasta uno de los pueblos más bonitos de España ubicado en la cumbre grancanaria. En el municipio de Tejeda es donde se encuentra ubicado el epicentro laboral de las hermanas Mayor.
Las hermanas Mayor, Natalia y Beatriz, se dedican a la ganadería. Ellas desde hace tres años se encargan cada día de atender la friolera de más de 400 cabezas de ganado ovino y caprino, cantidad bastante destacada, ya que tener más de 400 cabezas entre cabras y ovejas no es moco de pavo.
Aunque la entrevista que realicé en lo alto de la cumbre de Gran Canaria fue con Natalia, ella siempre tuvo presente a su hermana Beatriz, que por motivos personales no pudo participar en esta ocasión dando sus vivencias personales.



Música  para este  sábado: 

Pasacatre -AFU.

Isas, Malagueñas y Folias -Los Cebolleros.

Los Dragos gemelos - Aduares

Folias a Tanausu- Parranda La Palma.

Tanganillo Sto. Domingo y Tajaraste -A.F. Sámara.

Fiesta del queso- Noroeste Guíense .

Isa Majorera- A.F. Farutes.



Les esperamos en el programa Nº333 dirigido y presentado por Moisés Rodríguez Dirigido técnicamente por Paco Bolaños  , durará dicho programa en torno a 120 minutos, donde esperamos que todo lo que allí se exponga sea del interés de todos los oyentes este Sábado 4  de julio  de 2020 a partir de las 12:00 horas de la mañana, no falten a su cita con nuestras costumbres e identidad. 


Recuerda que nos puedes oír en tu radio en la 107.9 FM en Gran Canaria desde Bañaderos Arucas hasta La Aldea de San Nicolás en costas y medianías y en Tenerife desde La Laguna (Los Rodeos) hasta Granadilla de Abona en la costa o mediante la emisión  online en http://www.radiogaldar.blogspot.com/, y 
en www.galdar.es, ó directamente en el siguiente enlace http://www.ivoox.com/escuchar-online-radio-galdar-fm-107-9_tw_2456_1.html, además puedes escuchar todos los programas que hemos realizado desde la temporada pasada  en www.ivoox.com  poniendo en el buscador Entre Chácaras y Tambores

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