domingo, 26 de marzo de 2017

María Lucía Martín, la voz más destacada, popular y legendaria de la historia contemporánea del folclore tradicional de La Gomera.

Maria Lucía Martín
María Lucía Martín Padilla nació el 13 de diciembre de 1938 en el seno de una familia humilde y trabajadora,  donde su padre, tras tres matrimonios, tuvo la friolera de 12 hijos,  11  varones y María Lucía, la única hembra. Su madre falleció a los once días  de nacer ella, por lo que fue criada por una de sus tías.
Recuerda cómo desde muy niña cantaba sentada en una banca y sus allegados le decían que cantaba muy bien, en ocasiones también cantaba junto a una vecina que tocaba la guitarra. Muchos eran los que se acercaban para oírla cantar isas, folías, malagueñas, etc…,  desde muy niña ya se palpaba lo que daría de sí aquella inocente voz.
Cuando acudía al colegio en los grupos escolares viejos de La Villa, Dña Soledad la escogía para cantar como solista en las eucaristías, dándole  a ella letras con gran belleza literaria. María Lucía, que es muy creyente en la religión Católica, hasta que pudo fue a  misa con regularidad, cantando en ellas de forma voluntaria, ya que desde niña es algo que lleva muy dentro.

Con solo diez años ya cantaba en la Sección Femenina que presidía la recordada y añorada Dña. Pilar Padilla, recuerda María Lucía como en las actuaciones a los mayores les daban chupitos de anís, pero a ella como era una niña le ponían en el delantal de la vestimenta típica caramelos envueltos en papel de celofán, duros como una piedra, de esos que si se los tirabas en la cabeza  a alguien le abrían un brecha. En su paso por la Sección Femenina recuerda como cantaba de solista y bailaba al mismo tiempo, hecho poco usual hoy día en los escenarios, achaca este hecho a la falta de gente que cantase en aquel entonces. El baile del tambor lo aprendió de manos de la madre de Dña. Pepita Jerez, conocida esta familia en San Sebastián de La Gomera cariñosamente como “ Las Guadalupeñas”.

María Lucía Martín y Albero Mendoza
Con 21 años, tras cumplir la mayoría de edad  y autorizarla su tía, empieza a frecuentar los bailes de  la Sociedad Junonia, donde cantaba junto a las orquestas que frecuentaban la sociedad, aires canarios, creando gran expectación entre los asistentes, abandonando, sobre todo los hombres, el bar de la sociedad para verla y oírla cantar.
Muy joven se casa con Alberto Mendoza, que ha sido con el único hombre que ha estado, además aclara que fue al altar con un sello y tras casarse él fue quien se lo quitó. Fruto del amor nacieron 4 hijos: Alberto, María Concepción, Cristo Rey y Ángel, este último lo recuerda con mucho cariño ya que fallecía en el incendio que azotó a La Gomera el 11 de septiembre de 1984, comenta María Lucía que en su entierro cantó interiormente a su hijo esta copla de malagueña:


María Lucía  Martín cantando Malagueñas
No sé cómo cantar puedo 

Teniendo porque llorar

Teniendo un hijo muerto

Pienso que en la gloria está

Y no lo puedo olvidar.




María Lucía Martín en  Tenderete 1983.
En lo que duró su vida musical antes de dejar los escenarios por su enfermedad, representó  a La Gomera en todas las islas canarias junto a la flor y nata compuesta por voces como Fabiola Socas, Mari Carmen Mulet, Olga Ramos, etc…, recuerda con mucha añoranza su paso por el programa Tenderete junto con la A.F. Iballa, conducido por Nanino Díaz Cutillas, al que fue junto a su hijo Ángel, sus colaboraciones como solista junto a Los Sabandeños, José Manuel Ramos, Benito Cabrera, etc…

En el año 1992 junto a su esposo Alberto Martín, su  hijo Cristo Rey  y muchos otros funda la A.F. Hautacuperche, en la cual pasó casi dos décadas visitando muchas islas canarias, donde recuerda con mucha nostalgia el festival de “Las Islas” en Los Realejos, por el trato y el cariño recibido en las múltiples veces que acudió. Además, junto a Hautacuperche, tuvo la ocasión de grabar un trabajo discográfico de folclore tradicional en el año 2002, que llevó por título “Algo nuestro”, donde su voz juega un papel fundamental.
A.F. Hautacuperche en 1992


























Gozó de  la oportunidad que le brindó la música de viajar hasta Huelva junto a todos los alcaldes de la isla de La Gomera, por miedo a la avión nunca más viajó fuera del ámbito del archipiélago canario.

En su dilatada trayectoria en la música tradicional de La Gomera ha tenido la suerte de haber recibido algunos  reconocimientos por su dilatada trayectoria, la orden del Cachorro canario le brindó uno, la A.F. Hautacuperche también reconoció la valía y su aportación al grupo realizándole un merecido homenaje en el transcurso de uno de sus festivales.

Ella no pierde la ilusión de algún día poder volver a los escenarios, ya que lo echa mucho de menos, y como bien dice “entre más años pasan más ganas tengo de cantar”.

La figura de María Lucía Martín Padilla es un icono destacado dentro de los anales de la historia del folclore tradicional de Canarias, ya que la podemos ubicar junto a la flor y nata del folclore de nuestras islas. Sin duda alguna ha sido la solista más destacada desde el siglo XX hasta la actualidad en la ancestral historia del folclore gomero. Hoy las circunstancias le impiden poder estar en los escenarios, pero quién sabe si alguna vez volveremos a verla haciendo lo que mejor sabe hacer, que es cantar la música de su tierra.
Las autoridades gomeras deberían plantearse hacerle un reconocimiento público a la popular  solista de la historia contemporánea  de la isla, y así pagar esa deuda histórica que tienen con su persona por haber llevado el nombre de La Gomera y de San Sebastián de La Gomera por bandera a todos los lugares a donde fue.



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