domingo, 30 de octubre de 2022

Los Cebolleros, un grupo que cuatro años después renació de sus propias cenizas sin perder la identidad y sin renunciar a su estilo.

 


Cuatro años han pasado, una legislatura, cuando aquel 31 de octubre del año 2018, se convocó a los medios de comunicación para que Los Cebolleros ofrecieran una rueda de prensa, una rueda de prensa que marcaría un antes y un después para el grupo; primero porque Colacho Rodríguez, el icono más importante de la historia cebollera, anunciaba su retirada de las tablas y, segundo, porque se afrontaba una nueva etapa para Los Cebolleros, bajo el lema “ con nuevos modos y nuevas formas, pero con el mismo sentir”.

El grupo, venía de una crisis musical muy aguda desde septiembre del 2016, pero también venía arrastrando una época de enfrentamientos personales, con afán de protagonismo por algunos y con el ansia de poder por otros, que desembocó en la mayor crisis de la historia del grupo, una crisis social sin precedentes, tanta fue la mella que este virus social hizo en el colectivo, que abocó al nacimiento de dos nuevos colectivos en Gáldar.

La rueda de prensa dejó para la historia muchas palabras y verdades que podrán gustar más o podrán gustar menos, pero hoy recordamos una frase que ha pasado a la historia de Los Cebolleros, esa frase la pronunció Moisés Rodríguez, actual presidente: “ahora mismo el grupo Los Cebolleros está parado. Hay que devolver al grupo a donde no debió salir nunca y lograr que vuelva a «ser puntero del folclore» de Gran Canaria y de toda Canarias. Pero para ello «queda mucho ensayo»". Aquel día, bajo la sinceridad, también se dijo por parte del actual presidente lo siguiente: «Hoy recogemos el testigo y nos enfrentamos a un proyecto ambicioso», y todo ello «con el peso de la responsabilidad», algo que, a tenor de lo explicado por el presidente saliente y el director entrante, no ha reinado en el grupo en los últimos años.

 

Cuatro años después, tras mucho trabajo las palabras pronunciadas, aquel día no cayeron en saco roto, prueba de ellos es el trabajo que se ha desarrollado en el último cuatrienio, el cual no ha sido fácil, pero ha dado sus frutos, detallamos algunos de los proyectos, reconocimientos y consecuciones del grupo:

ü  Mantener el estilo cebollero, con el folclore tradicional como expresión espontánea del pueblo.

ü  Ordenar conceptos musicales y darle empaque y pulcritud a la ejecución.

ü  Encuentro de Cantadores en Barrial.

ü  Logo conmemorativo por el 50º aniversario.

ü  Grabación de un corto de video de la fundación del grupo.

ü  Adquisición de la vestimenta del siglo XIX y principios del XX de la isla de Gran Canaria.

ü  Grabación del disco “Con el mismo sentir”.

ü  Participación en el programa Noche de Taifas de la TVAC.

ü  Participación en el programa Tenderete en dos ocasiones.

ü  Medalla de oro de la ciudad de Gáldar.

ü  Roque Nublo en materia de Folclore del Cabildo de Gran Canaria.

ü  Motivo del cupón de la ONCE.

ü  Participación de un solista con el grupo Los Sabandeños.

ü  Reportajes y noticias en diferentes medios de comunicación a nivel nacional e internacional.

ü  Participación en el Festival de Las Marías.

ü  Participación en el Festival Nacional de Folclore Isla de Gran Canaria.

ü  Viajes a las islas de: La Palma, La Gomera y Lanzarote.

ü  Viaje a Uruguay.

Moisés Rodríguez deja las siguientes impresiones: “estos cuatro años han sido muy laboriosos, un camino largo, sigiloso, realista y con mucha humildad.

En ocasiones nos hemos permitido soñar, eso sí, siendo consecuente de nuestras capacidades y hasta dónde podemos llegar.

Estos cuatro años han sido mágicos, porque hemos trabajado muy duro, pero se han recogido los frutos, tanto de lo realizado en esta última etapa, como a lo largo de la historia del grupo, prueba de ello es la Medalla de Oro y el Roque Nublo de Folclore.

Aunque somos conscientes de que hemos hecho cosas extraordinarias, no nos olvidamos de dónde venimos y donde hemos errado, esto nos ayuda a no cometer los mismos fallos.

Mantener un grupo no es fácil, lo importante no es llegar sino mantenerse. Estamos viviendo una etapa muy bonita con salud musical y social. Poder trabajar con un bloque de personas fijas te facilita las cosas. Ahora mismo contamos con un grupo de mujeres y hombres comprometidos con el grupo, concienciados de que significa ser cebollero, qué responsabilidad hay que tener y qué se representa cuando se sube al escenario.

Todo esto no hubiese sido posible sin la implicación de los actuales componentes, la colaboración de las entidades privadas y públicas, así como de los medios de comunicación, por ello, gracias a todos.

Toca seguir trabajando con rigor y seriedad, solamente hemos cumplido con la palabra dada hace cuatro años. Soy consciente de que hemos alcanzado cuotas impasables, por contra esto no serviría de nada si no somos capaces de mantenernos y seguir defendiendo el legado de un pueblo, de una isla, de un archipiélago”. 


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