Parece
ser, que el simple hecho de ponerse una estameña, es el pase VIP hacia el
reinado del folclore y las tradiciones y, esto toma más importancia aún, si
hablamos de personas, perdón, me equivoque, de gente que es sinónimo de votos,
de poltrona y de sacar pecho bajo el paraguas de “HACER REGIÓN” todo vale, esto sucede cuando solo ha pasado el ecuador
de un periodo de mandato algo convulso para los mandamases, donde el
nacionalismo intenta recuperar la fuerza perdida allá en el pasado siglo. Hasta
aquel entonces lo votos llegaban por
tuberías, sobre todo cuando esta tierra no sabía muy bien que la derecha
camuflada bajo las siglas CC poco tenían
que ver con la cerveza fabricada en Tenerife y con el nacionalismo
canario, porque no se percataron que aún faltaba una C, esa C se correspondió con todos los votos que se
fueron a parar a partidos nacionales, que dicho sea de paso, poco les importa
esta tierra, la cual solo es un vergel cuando les interesa o hay algún redito
económico por medio. Por cierto, hasta las CCC desaparecieron de la cerveza por
si las moscas.
Por
si esto no fuera poco, tras haberlo intentado todo, incluso se atrevieron a
llamar a Paco Lobatón y al no dar resultado, el nacionalismo intenta recuperar
el redito perdido, da igual si este es de izquierdas, derechas o centro, solo
importa el mandar, para ello se han apropiado del eslogan “HACER REGIÓN”, que
queda muy bonito, pero que poca consonancia tiene con lo que se predica y con
lo que se hace. Me da la ligera sensación que no han caído en la cuenta, que el
nacionalismo por desgracia para esta región ha ido perdiendo fuerza hasta tal
punto que le ha pasado como a Sansón que le hicieron cortarse el cabello,
perdió la fuerza y nunca más le volvió a
crecer, ni incluso acudiendo a Turquia, porque a un jarrón roto que es pegado
con la gotita siempre le quedarán fracturas visibles, las cuales paga el
pueblo, ya lo decía Braulio en una de sus canciones:
Tengo
miedo que a mi tierra
La
sacuda un día el volcán
Si
se enconan las pasiones
Sabe
Dios qué va a pasar
Por
desgracia para esta tierra, desde la llegada del nuevo milenio la han sacudido
tes volcanes; el de El Hierro, el de La Palma que todavía hay gente esperando a
que se les soluciones muchas cosas y el volcán cultural que va dejando cada vez
más débil a un folclore que ha sido rasgo diferenciador de nuestro pueblo y que
parece que quieren modernizar y fusionar con otros géneros urbanos.
Volviendo
a lo acontecido, el pasado sábado en el estadio Gran Canaria ante 41000
personas, puede ser para muchos un concierto más, el cual tuvo gran aceptación
y que tenemos que sentirnos orgullosos que toda esa gente haya tarareado el
estribillo de las canciones Gran Canaria y Somos Costeros con la música y canto
de Los Gofiones, incluso lo equiparamos a la repercusión del Quédate de Quevedo,
que hasta el popular Pepe Benavente ha versionado. Sí nos quedamos con esto,
ponemos en valor la cantidad de gente y la repercusión mediática llegamos a la
clara conclusión que ha sido un éxito, o como diría Pepe Monagas” vaya batata
compañero”, todo depende de quien lo mire.
Ustedes
se preguntarán qué de malo tiene lo acontecido en el estadio de Gran Canaria,
pues realmente nada, si solo hubiese sido un concierto de Quevedo donde
participaron Los Gofiones como teloneros, a eso le sumamos que todo el mundo
apoyó los temas de autor de raíz folclórica interpretado por el grupo
capitalino. Incluso, que Los Gofiones y Quevedo hayan compartido tablas puede
ser interesante, porque dicen algunos entendidos que iniciativas como estas
unen a generaciones y fortalecen los vínculos culturales y repito que además
los políticos dicen que se hace región, pues que más podemos pedir, pan,
plátanos y perras para el cine, pues va a ser que no.
Sin
embargo, creo que iniciativas como estas les hacen un flaco favor a nuestro
folclore y tradiciones, porque podríamos caer en el grave error de pensar que
el folclore está más vivo que nunca por hechos como los mencionados aquí, si echamos cuentas y valoramos que 41000 personas cantaron dos estribillos de
canciones de puro marketing de Los Gofiones esto es sinónimo de buena salud
tradicional, pues mucho me temo que es como la historia de la manzana, la cual
está muy bella por fuera y podrida por dentro.
Nuestro
folclore necesita más inversión pública, porque no es un gasto es una
inversión, la cual pone de manifiesto nuestra esencia cultural que ha ido
pasando de generación a generación de forma natural. A nadie se le esconde que
en una actuación de folclore no habrá 41000 almas, pero pienso que invirtiendo solo el 25% de lo que puede costar
el acto del pasado sábado, se podrían abrir escuelas de folclore, acercar las
clases a los núcleos poblacionales más lejanos, esto haría que se potenciará de
una manera consciente y adecuada todo lo que tiene que ver con nuestras
tradiciones: música, canto, baile, artesanía, etc. convirtiendo esta formación
en un servicio público y gratuito. No podemos pretender que en un año estén las
aulas llenas, porque esto no es una carrera de cantidad y velocidad, es una
carrera de resistencia y calidad.
Por
desgracia, entiendo que flaco favor le hacemos a nuestro folclore y tradiciones
intentando darle naturalidad a lo que no lo tiene, queriendo dar a entender que
somos una región con unos valores culturales enraizados a nuestra gente, el
próximo viernes se nos llenara la boca para decir que somos canarios, eso sí
solo por un día, el treinta de mayo.
Por
suerte, somos una región única con una forma de ser propia y con su oportuna
cultura. Dicen los entendidos que podemos estar hablando de la cultura y
folclore más rico del mundo, pero si confundimos a la gente con acciones que
pueden dar a entender cosas que no son, estamos fastidiados.
Antes
de terminar, quiero aclarar que no tengo nada contra la gente que fue al
concierto y de Quevedo, mucho menos de Los Gofiones que son unos estupendos
embajadores culturales. Solo intento que las cosas se vean desde otro prisma,
donde no se ponga en valor hechos puntuales donde se mueven grandes números de
personas que poco tienen que ver con el ámbito de la actuación de las dos
canciones de Los Gofiones y, que puede llevar a confundir a una región que cada
día está más influenciada por cosas que vienen de fuera, a pesar que el volcán
sigue sacudiéndonos parece que no aprendemos, “somos cabezuos coño”.
Feliz
día de Canarias, en especial a todos los que HACEMOS REGION, estas dos palabras
se definen como: se trata de espacios donde las personas que viven allí
comparten rasgos culturales que las distinguen de otras regiones. Parece ser que la música de Quevedo nos distingue,
porque el reguetón, pop rap y trap latino tiene su
origen en Canarias.
Totalmente de acuerdo . Y a quien no le guste , que se marche al camarote
ResponderEliminar