La Vela Latina Canaria es un deporte náutico de botes que se desarrolla en Canarias, sobre todo en Gran Canaria y Lanzarote, consiste en regatas en modalidad de flota o de barco contra
barco, según la competición de que se trate. Son propulsados por el viento, y
los tripulantes son los encargados de dirigir el bote e intentar aprovechar al
máximo la cinética. Existen diferentes trofeos como el Trofeo Isla de Gran Canaria, el Trofeo Federación o el Trofeo Caja de Canarias.
La vela latina fue protagonista en
las expansiones de los siglos XIV, XV y XVI.
Al ser Canarias uno
de los primeros capítulos de esta colonización es lógico pensar que de
ahí sea el origen de la tradición en Canarias.
Pero es bastante anterior, la primera referencia que habla de vela latina en Canarias. Es posible que en el siglo XIV ya existiera en Lanzarote un pequeño puesto comercial genovés y poco después empezaran las primeras incursiones en Canarias con pretensiones evangelizadoras. Esto es confirmado principalmente por las notas de la expedición de Jaume Ferrer en 1357. La mayoría de las representaciones de barcos arribando a Canarias en aquella época son de vela latina, pues era la mejor para llegar hasta el archipiélago, en comparación con las embarcaciones de vela cuadrada; se necesitaba una embarcación capaz de remontar desde África hasta Europa y la mejor era la de vela latina, que podía costear en ceñida la costa Africana para llegar a Canarias.
Durante el siglo XVI se
mantuvo la tradición, pero a mediados del siglo XVII las
velas latinas se veían cada vez más sustituidas por otros tipos de velas
(foques, escandalosas, cangrejas, ajustadas con picos y botavaras...) Esto
significó el retiro de las velas latinas a finales de siglo, quedando excluidas
a pequeñas embarcaciones que navegan los litorales, de servicios, pesca o pequeño cabotaje,
pues era muy útil en estas embarcaciones porque no necesitan jarcia firme
para navegar y resulta mucho más fácil arbolar y desarbolar la embarcación
cuando la faena lo exige.2
En la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, el muelle de San Telmo no
tenía las infraestructuras suficientes como para atracar y trasbordar pasajeros
por eso en 1902 se
construye un dique de 1 km de largo, y es durante esa época cuando se
produce el punto de inflexión en el comercio de la capital, ya que existe la
actividad denominada cambullón (del portugués cambulhão,
que significa ‘conjunto de cosas, ristra’, ‘desorden, confusión’)4
que consistía en realizar pequeñas transacciones comerciales, principalmente
por medio del trueque, entre los barcos atracados en el muelle y los
pequeños comercios situados en tierra, siendo el cambullonero quien trasladaba
dichas mercancías en pequeñas embarcaciones a vela. La competencia por llegar
primero sería el antecesor de las regatas.
La
primera regata organizada fue probablemente en 1904 el
24 de julio con motivo de las fiestas patronales del barrio de San Cristóbal. La prensa
anunciaba regata de botes de vela desde la puntilla hasta el Puerto de la Luz con regreso al Castillo de
San Cristóbal.
Durante la guerra civil se interrumpieron
las regatas salvo alguna esporádica. Finalmente fueron terminantemente
prohibidas tras aparecer unos ahogados de forma sospechosa: "En días de
Guerra pegamos Minerva y Porteño. Íbamos en popa cuando vimos a la gente
"sublevada". Serecho a nosotros había un saco flotando... Era un
"gran bulto" que tenía un perro blanco y negro atado a la boca del
saco. Dentro había un hombre. No lo tocamos. Llamamos a la "falúa del
turno" (encargada de transportar pasaje, desde barcos surtos en la bahía,
a tierra firme). La falúa sacó al muerto. A partir de entonces ya no hubo más
regatas".7
A partir de 1962 el campeonato de Vela
Latina aglutina una afición inesperada, este es el mismo
año en el que la sociedad de la Vela pasa a llamarse Club de Vela Latina
Canaria
Una franja negra como signo de identidad, que se pintó en señal de luto perpetuo por
Tomás Morales -poeta canario de renombre nacido en el municipio de Moya y fallecido en 1921-, cruza su eslora por ambas bandas, el número tres se estampa en su vela y un rayo intimida en su proa. Es el bote Poeta Tomás Morales que este año celebra su 90 aniversario.
Una
embarcación con arraigo, de palmarés incuestionable y que brilla en el mar bajo el cariñoso cuidado de su gran compañero de viaje durante las últimas
décadas, Víctor Regalado. Se recuerda sobre todo los títulos
logrados en los campeonatos de La Caja de Canarias de 1987 y 1989, con el
deporte de la Vela Latina en pleno auge, y una Avenida Marítima llena hasta la
bandera de aficionados. Pero
entre tanto triunfo le cayó accidentalmente una ambulancia de la Cruz Roja
encima un día antes de su pega con el Porteño en el año 1988, mientras fondeaba
a pocos metros de la mítica gasolinera de Pedro Texaco. Y fue entonces cuando
apareció la figura del maestro carpintero
Pedro García Viera para resucitar al Morales, al que reconstruyó en un tiempo
récord para convertirlo en campeón zapatero -lo ganó
todo-, con el majestuoso gobierno de Santi Ceballos a la caña. Para muchos, el
mejor Morales de la historia, imbatible con una vela de doce metros.
Siempre ha sido el
bote a batir. «El Morales es como el Real Madrid en el fútbol», comentan los moralistas más antiguos que
se sientan enfrente de la sociedad del bote, junto a la Casa Amarilla, en el
Paseo de San José, a jugar a la baraja o al dominó. El primer casco fue
construido por el artesano Ramiro Suárez, el segundo fue obra de Juan Suárez
Quesada en el año 1962. A partir de los años 80, las manos del carpintero de
ribera Maestro Eusebio dieron vida a otros Morales.
Gilberto Candelaria en su única intervención, nos dejará el regusto de la gastronomía de
nuestra tierra.
Llevaba meses siguiendo la pista de Nardy Barrios, presidenta de la Asociación Charter 100 Gran Canaria, porque su ruta gastronómica por casas de mujeres de la isla era todo un deleite para la vista y un desconsuelo para el paladar. Nos conocemos hace muchos años y cuando le pregunté sobre el proyecto me pidió paciencia: “Javier, es algo que queremos hacer con mucho mimo y cuidado, cuando llegue el momento te prometo que te lo contaré todo pero te adelanto algo, estoy viviendo una experiencia inolvidable, y sí, me siento muy afortunada”.
Ese momento llegó con una llamada el martes 19 de abril cuando me invitó a conocer el proyecto: “A las nueve y media de la mañana del 21 de abril en el restaurante Cinco Chefs te espero para que las conozcas y contarte con pelos y señales lo que hemos estado preparando durante estos meses, Javier. Y, por favor, déjame agradecer públicamente la generosidad de Borja Marrero y todas las facilidades que nos ha dado cediéndonos de manera gratuita el local durante la mañana a la hora de que podamos celebrar el I Concurso Guardianas de los Sabores de Gran Canaria”.
Cuando llegamos a Isora, una llamada de teléfono para dar con su vivienda particular, a la que respondió rápido y con mucha atención, tras solicitarle ayuda, de una manera concisa y eficaz nos dio las señas adecuadas y digo adecuadas porque en breves minutos arribamos sin perdida alguna. Allí estaba ella, en medio de un entorno rural aguardando nuestra llegada, de una manera cercana y gentil nos dio la bienvenida y nos condujo hasta su taller.
María Zamora lleva vinculada a la tejeduría desde que era una niña, un oficio que le viene de familia y que puedo afirmar sin miedo a equivocarme que lo lleva en la sangre. A lo largo de su dilatada trayectoria se ha ido tejiendo, nunca mejor dicho una carrera profesional muy destacada, de ahí que haya tejido incalculables lienzos para diferentes fines repartidos por muchos lugares del planeta tierra.
EL OFICIO DE LA TEJEDURÍA SE LLEVA DESARROLLANDO EN CANARIAS DESDE HACE SIGLOS. HASTA EL PRIMER CUARTO DEL SIGLO XX, EN MUCHAS ZONAS DE CUMBRE Y MEDIANÍAS GRAN CANARIA SE LOCALIZABA NUMEROSOS TALLERES DE TEJIDOS. ESTE OFICIO PRECISABA DE UNA INFRAESTRUCTURA ESPECIALIZADA (TELARES) Y DE UN LUGAR HABILITADO PARA ESTE FIN, POR LO QUE QUEDA DE MANIFIESTO QUE SU EJERCICIO IBA DIRIGIDO A OBTENER INGRESOS ECONÓMICOS. LAS TEJEDORAS TEJÍAN PRINCIPALMENTE CON LANA DEL PAÍS, PERO TAMBIÉN LINO Y ALGODÓN. TAMBIÉN FUE COMÚN ELABORAR OVILLOS CON TIRAS RESULTADOS DE LA UNIÓN DE TROZOS DE TELAS O TRAPOS, ELABORANDO LO QUE SE CONOCE COMO "TRAPERAS". EN LOS TELARES SE ELABORABAN DIFERENTES TIPOS DE LIENZOS, (MOTIVOS DECORATIVOS, GROSOR DE LOS HILOS, TIPO DE HILOS, ETC) SEGÚN EL LIENZO SE CONFECCIONARÁ VARIADAS PIEZAS, MANTAS, CHAQUETAS, ALFOMBRAS, FALDAS, ETC, TALEGA CON TAPA, TEJIDA CON PUNTO LLANO. LA URDIMBRE ES DE LANA LA TRAMA DE TIRAS DE TELAS DE COLORES. EL PEINE ES GRUESO DE UN HILO POR PÚA. LOS CORDONES SON DE LANA TORCIDOS.
Música para este sábado:
Les esperamos en el programa Nº421 dirigido y presentado por Moisés Rodríguez Dirigido técnicamente por Paco Bolaños, durará dicho programa en torno a 120 minutos, donde esperamos que todo lo que allí se exponga sea del interés de todos los oyentes este sábado 17 de septiembre a partir de las 12:00 horas de la mañana, no falten a su cita con nuestras costumbres e identidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario