El artículo que
hoy presento, antes de exponerlo quiero decir que es una opinión personal y
sobre todo mi manera de ver las cosas, ya que todo se ve dependiendo desde el
punto de vista donde se mire. Sería una utopía decir y afirmar que todos
debemos pensar y actuar de igual manera e incluso que somos poseedores de la
verdad absoluta de los diferentes temas que se puedan tratar u opinar, pero
antes de terminar esta pequeña aclaración debo decir que mi manera de ver el
folklore es como la expresión espontánea del pueblo y estoy ceñido al patrón
más tradicional de las manifestaciones que se representan en nuestras islas.
Sería de mal gusto por mi parte, no saber
valorar y respetar los buenos
trabajos de los grupos que tienen su línea muy lejos del folklore tradicional y
que son mucho más innovadores en los escenarios. También quiero decir que todo
público que va a presenciar un acto merece el máximo respeto por parte del
grupo que va actuar, pero eso no es motivo para que cada grupo ofrezca su
trabajo del modo que ellos lo vean, ya que no hay nada escrito ni documentado
de cuál sería la forma más correcta de representar nuestro folklore, pero no se
puede ni mentir, ni vender gato por liebre al público que va a ver folklore
tradicional de nuestras islas.
Este verano, que ya lleva más de su
ecuador andado, he tenido la suerte y el privilegio de estar en todas las
Islas Canarias menos en Fuerteventura, por diferentes motivos pero todos
relacionados con el mundo del folklore. He acudido a numerosos festivales de
folklore donde he presenciado la puesta en escena exquisita de los grupos que
he visto, pero también he comprobado cosas que bajo mi punto de vista y en una
opinión muy personal, están lejos de la realidad que versean sus comunicadores
en las presentaciones de los temas musicales y ya, si hablamos de los bailes,
podríamos estar hablando de auténticas atrocidades de las danzas
originales. Quiero aclarar que no hablo de los estilos que cada grupo pueda o
no emplear a la hora de bailar o cantar, hablo de las modificaciones más que
notables aportadas por los directores de turno que se empeñan en dejar su
sello personal en todo lo que se interpreta en los diferentes escenarios
de Canarias.
Cabe recalcar que el folklore para que sea
folklore debe reunir una serie de requisitos y que no lo dice Moisés Rodríguez
ni Pepito Pérez. Una de las acciones que se deben dar para que sea
folklore tradicional es que no tenga autoria y otra es que se haya
transmitido de forma oral entre muchas otras.
Es de ilusos pensar que las cosas no
evolucionan con el paso del tiempo e incluso sería de atrevidos y poco
conscientes tratar de parar esa evolución del folklore de forma natural.
Afortunadamente, hoy en día tenemos otros medios que facilitan el poder dar un
mejor sonido, mejores escenarios, mejores instrumentos y mejores complementos
para ofrecer un espectáculo de calidad.
En la actualidad, es más que usual ver
grupos de cualquier isla interpretando folklore de otras islas en la que por
falta conocimiento en alguno de eso grupos, al menos eso quiero pensar yo,
se pueden observar claras modificaciones de los bailes documentados. Este
hecho se debe quizás por no ir a tocar en la puerta correcta y digo tocar en la
puerta correcta por que hay muchos colectivos en el archipiélago que han
investigado sobre el repertorio tradicional, ya que han tenido la oportunidad
de poder acceder a la fuente de información. En las islas hay muchos de
estos colectivos, es muy difícil enuméralos a todos, pero sus grandes
trabajos avalan su buen hacer de rescate y difusión de los temas de nuestro
folklore tradicional.
Hoy por suerte, tenemos muchos medios para
poder acceder a las informaciones de los toques, cantos y bailes de nuestras
islas. Por suerte, para la conservación de nuestro folklore tradicional, muchos
son los grupos que acuden a la fuente de información directa para poder
representar ciertos temas; pero no es menos cierto que, muchos colectivos en
estos últimos tiempos recurren a la bendita herramienta de Youtube y digo
bendita porque es un medio sensacional para poder dar ha conocer el
sacrificado trabajo de los grupos, pero también digo y afirmo que de ahí no se
pueden ni sacar danzas ni muchas más cosas que se sacan de esos vídeos
que circulan en ese conocido medio.
Son innumerables los videos que poseen
información errónea sobre todo por lo que relataba anteriormente en relación a
la aportación personal de los directores de turno, que se empeñan es
remodelar lo que lleva siglos siendo rasgo diferenciador de nuestro pueblo y
señas de identidad.
Los grupos generalmente tienen un orador o
trasmisor de la información en los escenarios que muchas veces da detalles al
público de lo que va a presenciar posteriormente, ya que se desconoce mucha
información cuando este va a presenciar folklore tradicional. La persona
que habla no puede ser cualquier persona, debe ser un buen conocedor de lo que
expone, porque cuando uno se pone delante de un micrófono para informar al
público no puede dar informaciones erróneas o decir lo que uno cree en ese
momento, creo que es preferible bajo mi punto de vista no dar ninguna
explicación, antes que mal informar a los asistentes.
Algunas de las preguntas que me hago en
muchas ocasiones y ahora formulo en alto son las siguientes: ¿ Si el
folklore ya está inventado porque se empeñan en modificarlo?. ¿Enriquece el
folklore estas modificaciones tanto de danzas como de cantos documentados?.
Son múltiples las respuestas que circulan
en mi mente, pero seguro que cada persona tendría una respuesta diferente
a estas preguntas.
Las modas van a la par con las épocas que
se viven, la originalidad y las nuevas e inéditas aportaciones brillan por su
ausencia; y muchos son los que aportan modificaciones, fusiones, e incluso
luchan entre ellos por quien poseen la verdad absoluta sobre temas
relacionados con el folklore.
Facebook se ha convertido en la acequia
donde lavar los trapos sucios e incluso llegar a faltar el respeto por los
modales empleados para ello entre los estudiosos de nuestro folklore, es
denigrante comprobar este tipo de rivalidades por tener la razón y verdad
absoluta de las cosas. Creo que en vez de sumar, este tipo de enfrentamientos
con o sin razón lo que consiguen es restar. Considero, que en el mundo
del folklore resulta más enriquecedor sumar y cada vez más, no de
lo contrario; y como me dijo un amigo un día, podrás tener mucha razón
pero las formas te hacen perderla.
La sección femenina parece que vuelve a
los escenarios y ustedes pensarán Moisés desvaría, pues queridos lectores
siento decirles que no es así, es más, hay pruebas de fusiones de géneros del
folklore tradicional de islas como Fuerteventura y Lanzarote y en el caso
del folklore de Gran Canaria, aportaciones de coreografías a temas
tradicionales que no poseen danzas documentadas como puede ser los Aires de
Lima de Artenara. Y no digo que esto esté bien o mal aunque no lo comparta,
pero si digo que uno cuando pone en funcionamiento estas notables modificaciones
del folklore debe decirlo y no apuntarse el tanto del creador de esa fusión y
mucho menos alardear en algunos de los casos de esas aportaciones como un hecho
brillante, ya que eso bajo mi punto de vista no creo que sea enriquecer nuestro
ya inventado y tradicional folklore.
Digo y afirmo que las nuevas aportaciones
inéditas de cualquier miembro de la familia de nuestro folklore puede ser más
que enriquecedora, pero también es cierto, que es más fácil destrozar lo que ya
existe, y digo destrozar porque ¿quiénes somos nosotros para cambiar la
fisonomía de una canción tanto en el canto, toque y baile?.
En este tiempo, donde el folklore está
cada vez más en manos de algunas personas que muchas veces no saben o no
quieren valorar el rico legado cultural que nos han dejado nuestros antepasados
y que, cierto es, hoy en día no se interpretan tal cual ellos nos lo legaron,
pero creo que debemos luchar por mantener lo que actualmente tenemos más que
documentado y que muchas personas han dedicado su tiempo de forma altruista y
desinteresada a documentarnos nuestros cantos y bailes. Animo también a quien
lo desee aporte cosas nuevas a nuestro folklore pero que no modifique lo que
tenemos.
Otra de las cosas que me sorprende y me
dejan atónito en estos últimos tiempos es, como algunos alardean de rescate de
géneros folklóricos en los escenarios fuera de su ámbito de residencia, cómo
pueden tener estos colectivos la desfachatez de decir que son los rescatadores
de esto o de lo otro sin serlo. Suerte que muchos saben la historia de los
rescates de las piezas y lo único que hacen con este tipo de acciones es perder
más credibilidad aún si cabe ante la gente que sabe el origen, rescate, etc. de
cualquier canción de nuestro archipiélago; y con esto no quiero decir que cada
uno sea libre de interpretar cualquier tema, ya que como afirmé anteriormente,
el folklore no pertenece a nadie en particular.
Quizás este documento cause revuelo entre
muchos de quienes lo lean, puesto que tenemos formas diferentes de ver las cosas.
Desde aquí les digo, que no se lo tomen
como algo personal sino como una crítica constructiva, algo para
reflexionar y simplemente tener presente a la hora de subirse a un
escenario y presentar novedades ante una parte del público que puede desconocer
lo que está viendo, pero ante otra que tiene nociones de lo que está
percibiendo.
Tenemos el deber de conservar el pasado
para afianzar el futuro, ya que como bien dice esa frase popular y real “un pueblo sin pasado es un pueblo
sin historia”.
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